Quiasma es un concepto que proviene de las ciencias naturales: el quiasma óptico, lugar donde se cruzan los nervios provenientes del ojo que forman un punto ciego que, sin embargo, no se detecta cotidianamente a la hora de percibir y relacionarnos con nuestro mundo circundante. 

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Este término lo toma Maurice Merleau-Ponty, filósofo enfocado en el estudio de la percepción desde la fenomenología, para hablar de los seres humanos como el punto ciego de la percepción en el encuentro con el mundo. De aquí se comprende que nuestra relación con el mundo siempre se da en un encuentro entre nuestro cuerpo en relación directa con la situación y objetos percibidos, siendo nuestro cuerpo ese punto ciego de encuentro con el mundo y nuestra vida cotidiana, punto ciego inaccesible desde sólo el intelecto. 

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Nosotras tomamos este concepto, así como los aportes del enfoque Posracionalista Fenomenológico Hermenéutico para entender a la persona como un ser inseparable tanto de su situación actual, de su cuerpo e historia afectiva sedimentada en él, así como de los otros con los cuales comparte y se relaciona. Todos estos elementos son un punto ciego para cada individuo, que se da por hecho, por lo que cuando ocurren cambios fuertes en nuestras vidas, no es evidente qué nos ha ocurrido más allá de sólo el malestar sentido. Este malestar se vive como la imposibilidad de continuar siendo el mismo, sintiendo que hemos perdido la libertad de movernos en nuestras vidas.

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La psicoterapia desde esta comprensión, se presenta como un espacio para hacer visible aquello que quedó invisible en el correr de la vida, comprender nuestra historia así como el cómo nos emocionamos, de modo de retomar la agencia sobre nuestras decisiones, y así retomar el movimiento natural de la vida.