Esta es una pregunta que muchos se hacen, y que no se logra responder con mucha claridad sólo hasta cuando decidimos tomar la decisión de buscar, llamar y pedir una hora. Esto debido a que puede generar temor o vergüenza el contar nuestra vida, las cosas que nos preocupan o sentimos, finalmente postergando la decisión meses, años... y con ello postergándonos nosotros mismos.
Muchas veces en consulta me han llegado personas diciendo que llevan mucho tiempo pensando venir al psicólogo y que, sin embargo, no lo han hecho antes. Frente a esto creo que es una pregunta más que pertinente a discutir, el cuándo tomar la decisión. Pero para ello, primero es necesario qué es la psicoterapia y para qué puede ayudarnos.
¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es una instancia en donde conjuntamente, terapeuta y consultante, trabajamos para comprender el malestar que aqueja a quien solicita la terapia. El malestar o motivo por el cual una persona consulta puede ser variado: sentirse angustiado o con miedo sin claridad de por qué, sentir que su ánimo ha disminuido o dudar si es que atraviesa un episodio depresivo, frente al término de una relación, la muerte de un ser querido, dudas sobre su futuro laboral o proyecto vital, sentirse solo o vacío, sentir que atraviesa por una relación de pareja tóxica o violenta y no sabe cómo salir, y un eterno etcétera...
Existen infinitos motivos por los cuales las personas deciden asistir a terapia, no siendo necesario presentar algún síntoma psiquiátrico evidente o ser derivado por algún otro profesional para tomar la decisión.
¿Para qué sirve la psicoterapia?
La psicoterapia tiene por objetivo más evidente reducir la intensidad de un síntoma o de un malestar sentido. Esto, a partir de la revisión de nuestra historia de vida y afectos que enmarcan el surgimiento del malestar, así como de nuestros proyectos y motivaciones a futuro, para comprender el cómo llegamos a encontrarnos en la situación que estamos viviendo, y desde aquí cómo delineamos el nuevo camino que nos llevará a vivir una vida más acorde a nosotros.
Esto sin embargo no es un camino que debes hacer solo, sino que se hace con la guía y compañía del terapeuta. La psicoterapia entonces es un trabajo que hacemos en conjunto: el terapeuta, experto en el método de terapia y de reconstrucción histórica a partir de la pregunta; y el consultante, experto en su historia de vida, quién con la ayuda del terapeuta, comprende su historia de modo de retomar la libertad de moverse y decidir en ella. Esta comprensión permite al consultante tener mayores herramientas para enfrentar los desafíos de la vida, y así en el proceso vemos cómo vamos sintiéndonos diferentes y, con ello, disminuye el malestar.
Es por ello que quien consulta también es un agente activo en su cambio, y es fundamental para nosotras en la terapia hacer partícipe a cada una de las personas que nos consultan, de modo de rescatar en el trabajo el modo particular de sentir de cada quien.
Y entonces, ¿cuándo es el momento de ir al psicólogo?
Para retomar la pregunta inicial, la verdad lo que puedo decir es que no hay una respuesta correcta o incorrecta. Es momento de ir a psicoterapia siempre y cuando sintamos la necesidad de clarificar algo, cuando sentimos que hemos perdido la agencia sobre nuestra vida y queremos retomarla, y cuando hacer el recorrido en nuestra historia y sentir nos parece necesario.
Si bien hay momentos evidentes frente a los cuales uno sabe que es momento de consultar, como por ejemplo estar teniendo crisis de pánico, sentir que el desánimo es tal que nos cuesta salir de la casa, o porque otro profesional nos lo ha indicado, no es necesario tampoco llegar a eso. También podemos consultar cuando sentimos que las dudas y preocupaciones nos tienen intranquilos, o no tenemos claridad de qué nos ocurre pero sí nos sentimos distintos. O cuando sentimos que nos faltan herramientas para enfrentar problemas, o también cuando tenemos algún problema en específico que no sabemos cómo resolver.
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