Tomando en cuenta los últimos acontecimientos en nuestro país, Chile, les queremos compartir un artículo sobre estrés postraumático, debido a que en estas ocasiones la salud mental de todos se ve afectada, y las secuelas de los hechos pueden perdurar o reaparecer en el tiempo. Es por esto que resulta necesario ser capaces de identificar en qué punto debemos pedir ayuda.
¿Qué es el Trastorno de Estrés Postraumático?
El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es una reacción tanto psíquica como física que se presenta en algunas personas, una vez que éstas ya han vivido o presenciado un acontecimiento impactante, peligroso y en dónde su bienestar o el de sus seres queridos se vió comprometido.
Si bien es natural sentir tanto estrés como temor durante y después de una situación estresante, puesto que el cuerpo se prepara para estar alerta y reaccionar rápidamente para luchar o huir, también es cierto que la mayoría de las personas se recuperan de esta disposición de alerta extrema, de un modo natural. En consecuencia, cuando se observa que una persona continúa estando estresada, asustada y alerta crónicamente, a pesar de que ya no existe peligro, es posible que esté teniendo un cuadro de estrés postraumático.
Los síntomas de estrés postraumático suelen comenzar dentro de los 3 primeros meses luego de haber vivido el acontecimiento traumático, aunque también pueden comenzar más tarde. El cuadro se diagnostica cuando los síntomas duran más de 1 mes, e interfieren a la persona en diferentes áreas de su vida, impidiéndole continuar con la cotidianeidad.
¿Cuáles son los síntomas del estrés postraumático?
En adultos y adolescentes, los síntomas suelen variar en severidad y se pueden dividir en cuatro grupos:
Pensamientos intrusivos, ya sean recuerdos involuntarios, sueños estresantes o incluso sentir que el hecho traumático se vuelve a desplegar frente a nuestros ojos o se vuelve a vivir.
Evitación de todo aquello que recuerda al evento traumático, como por ejemplo: personas, lugares, actividades, objetos y situaciones que lo evocan. También se evitará hablar sobre lo que pasó o de las emociones que se sienten.
Emociones y pensamientos negativos respecto a uno mismo o hacia otros. Por ejemplo: miedo continuo, rabia, vergüenza, culpa, sentir desinterés por actividades que se gozaban, sensación de encontrarse alejado de otros e incluso creencias negativas como “soy una mala persona”, “no puedo confiar en nadie”, “el mundo es muy peligroso”, entre otras.
Hiperactivación y reacción en ausencia de riesgo, lo cual incluye estar irritable, tener ataques de ira, actuar de modo autodestructivo o impulsivo, asustarse fácilmente o presentar problemas para concentrarse y dormir.
En niños los síntomas son similares, y en la mayoría de los casos se puede ver la representación de aspectos o temas asociados al trauma, en el juego. En menores de 6 años, los recuerdos espontáneos e intrusivos no son necesariamente angustiosos, asimismo es posible que se olviden de cómo hablar, se aferren de modo inusual a sus cuidadores e incluso que presenten descontrol de esfínter.
¿Cómo se trata el Trastorno de Estrés Postraumático?
Es importante que un profesional especializado en salud mental trate a la persona afectada, siendo los principales tratamientos la psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Cada persona es diferente y por ende se ve afectada de un modo particular, lo cual implica que un tratamiento puede funcionar para una persona, y no así para otra.
En la psicoterapia se tiende a trabajar con cada persona el reconocimiento de sus síntomas, la identificación de aquellos factores que son desencadenantes, y también se enseñan estrategias para controlar o afrontar las situaciones de un modo diferente.
¿Cómo puedo ayudar a un amigo o a un familiar que tiene Estrés Postraumático?
Está demostrado que el apoyo de la familia y los amigos facilita la recuperación, si conoces a alguien con TEPT es recomendable que lo ayudes a recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado. Es posible que lo tengas que ayudar a pedir la hora de atención e incluso que lo tengas que acompañar a la consulta médica. Asimismo, puedes ofrecerle apoyo emocional, escucharlo atentamente para comprender sus sentimientos, y ayudarlo a identificar las situaciones que desencadenan sus síntomas. Acompáñalo a realizar actividades que lo distraigan, anímalo a persistir el tratamiento, y nunca ignores comentarios acerca de deseos de morir. En caso de ser necesario, comunícate con el terapeuta o médico tratante para pedir ayuda.
¿Si tengo TEPT, qué puedo hacer para ayudarme a mí mismo?
A veces puede ser difícil dar el primer paso para ayudarse a sí mismo, es importante tomar en cuenta que con el tratamiento puedes mejorar, aunque tome un tiempo. Te recomendamos iniciar un tratamiento con un especialista en salud mental. Trata de identificar y buscar situaciones, lugares y personas que te tranquilicen. Comparte lo que te está pasando con las personas que más confías, intenta pasar el tiempo con ellas para distraerte, y comunícales aquellas cosas que identificas que te gatillan los síntomas para que te apoyen. Realiza actividades físicas o ejercicio, y preocúpate de cuidar tanto tu alimentación como horas de sueño para combatir el estrés. Asimismo, fíjate objetivos realistas, divide las tareas grandes en tareas más pequeñas estableciendo prioridades, y haz sólo lo que puedas sin forzarte, ya que queremos evitar más situaciones de estrés.
¡Espero que este artículo les haya ayudado!
Para mayor información respecto a “¿Cómo ayudar a niños y adolescentes a superar la violencia y otras experiencias traumáticas?”, pueden visitar el siguiente link:
Otras fuentes de referencias respecto a TEPT son:
-American Psychiatric Association (APA). (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V-TR. Washington, DC London: APA.
댓글