En la adultez nos enfrentamos a diferentes desafíos asociados a los momentos de nuestras vidas: las presiones de la Universidad, celos y conflictos de pareja, dudas sobre nuestro futuro y estabilidad laboral, hitos como el matrimonio, el nacimiento de los hijos, separación o divorcio, o la muerte de algún cercano, nuestros padres, pareja o hijos... Todas estas situaciones tienen en común el cambiar el rumbo que la vida mantenía, el sufrimiento, y exigirnos un cambio. 

 

Suele ocurrir que frente a estos desafíos, sentimos que la vida pierde la familiaridad que tenía previo a ello, sentimos que los modos en los cuales hemos enfrentado los problemas ya no nos son útiles, no nos sentimos los mismos o perdemos la confianza en nosotros, pudiéndo acá aparecer síntomas asociados a desánimo, ansiedad, alteraciones del sueño, entre otros.

 

¿En qué puede ayudarme la psicoterapia?

 

La psicoterapia aparece como una instancia para comprendernos en función de nuestra historia y afectividad, clarificar nuestra situación actual y los cambios que ella ha generado, comprender la historia de relaciones y decisiones que hemos construido con otros, y a partir de ello, reconstruir un proyecto a futuro coherente con quienes hemos sido que permita que la vida continue su movimiento natural. 

 

En concreto, la psicoterapia contribuye a:

 

• Disminuír la intensidad y frecuencia del síntoma

• Comprender con qué se relaciona la aparición del malestar

• Generar herramientas personales para afrontar dificultades cotidianas

• Mejorar la autoestima y confianza en tí mismo

• Clarificar y encontrar soluciones a situaciones difíciles

• Aumentar el bienestar general de las personas en sus vidas. 

 

En Quiasma Psicoterapia ofrecemos un espacio de encuentro para nuestros consultantes consigo mismos y su historia, rescatándo en el proceso la experiencia particular de todos quienes nos consultan. Trabajamos temáticas asociadas a trastornos del ánimo y depresión, trastornos de ansiedad y crisis de pánico, estrés laboral, crisis vocacional, problemas sexuales y de pareja, duelo, entre otros.